No sé si es que cumplió ya su destino, si alcanzó perfección o si acabado este amor a su límite ha llegado sin dar un paso más en su camino. Aún le miro subir, de donde vino, a la alta cumbre donde ha terminado su penosa ascensión. Tal ha quedado estático un amor tan peregrino. No me resigno a dar la despedida a tan altivo y firme sentimiento que tanto impulso y luz diera a mi vida. No es culminación lo que lamento. Su culminar no causa la partida, la causará, tal vez, su acabamiento.
lunes, 14 de julio de 2008
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