Esta sin duda es una obra llena de ironía y cinismo que me gusto mucho, escrita por Ambrose Bierce. el diccionario del diablo se inicio en un periódico semanal en 1881y fue continuado de una manera inconstante y con largos intervalos hasta 1906, en ese entonces fue publicado con el nombre de "The cynic´s word book (El libro de las palabras del cínico)
La lista es muy larga pero voy a poner solo mis favoritas.
A
Aire, s. Sustancia nutritiva con que la generosa Providencia engorda a los pobres.
Amor, s. Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo.
Ancianidad, s. Época de la vida en que transigimos con los vicios que aún amamos, repudiando los que ya no tenemos la audacia de practicar.
Anormal, adj. Que no responde a la norma. En cuestiones de pensamiento y conducta ser independiente es ser anormal y ser anormal es ser detestado. En consecuencia, el autor aconseja parecerse más al Hombre Medio que a uno mismo. Quien lo consiga obtendrá la paz, la perspectiva de la muerte y la esperanza del Infierno.
Año, s. Período de trescientos sesenta y cinco desengaños.
Armadura, s. Vestimenta que usa un hombre cuyo sastre es un herrero.
Autoestima, s. Evaluación errónea.
Autoevidente, s. Evidente para uno mismo y para nadie mas.
Ayer, s. Infancia de la juventud, juventud de la madurez, el pasado entero de la ancianidad.
B
Belladona, s. En italiano, hermosa mujer; en inglés, veneno mortal. Notable ejemplo de la identidad esencial de ambos idiomas.
Belleza, s. Don femenino que seduce a un amante y aterra a un marido.
Beso, s. Palabra inventada por los poetas para que rime con "embeleso". Se supone que designa, de un modo general, una especie de rito o ceremonia que expresa un buen entendimiento, pero este lexicógrafo desconoce la forma en que se realiza.
Boca, s. En el hombre, puerta de entrada al alma; en la mujer, vía de salida del corazón.
Boda, s. Ceremonia por la que dos personas se proponen convertirse en una, una se propone convertirse en nada, y nada se propone volverse soportable.
C
Calamidad, s. Recordatorio evidente e inconfundible de que las cosas de esta vida no obedecen a nuestra voluntad. Hay dos clases de calamidades: las desgracias propias y la buena suerte ajena.
Carnada, s. Preparado que hace más apetitoso el anzuelo. La belleza es la mejor de las carnadas.
Castigo, s. Lluvia de fuego y azufre que cae sobre los justos e igualmente sobre los injustos que no se han protegido expulsando a los primeros.
Celoso, adj. Indebidamente preocupado por conservar lo que sólo se puede perder cuando no vale la pena conservarlo.
Cínico, s. Miserable cuya defectuosa vista le hace ver las cosas como son y no como debieran ser. Los escitas acostumbran arrancar los ojos a los cínicos para mejorarles la visión.
Circo, s. Lugar donde se permite a caballos, "ponies" y elefantes contemplar a los hombres, mujeres y niños en el papel de tontos.
Cleptómano, s. Ladrón rico.Cobarde, adj. Dícese del que en una emergencia peligrosa piensa con las piernas.
Comestible, adj. Dícese de lo que es bueno para comer, y fácil de digerir, como un gusano para un sapo, un sapo para una víbora, una víbora para un cerdo, un cerdo para un hombre, y un hombre para un gusano.
Complacer, v. t. Poner los cimientos para una superestructura de imposiciones.
Confidente, s. Aquél a quien A confía los secretos de B, que le fueron confiados por C.
D
Destino, s. Justificación del crimen de un tirano; pretexto del fracaso de un imbécil.
Diario íntimo, s. Registro cotidiano de aquellos episodios de la vida que uno puede contarse a si mismo sin sonrojo.
Dolor, s. Estado de ánimo ingrato, que puede tener una base física, o ser puramente mental y causado por la felicidad ajena.
E
Educación, s.
Lo que revela al sabio y esconde al necio su falta de comprensión.
Egoísta, s. Persona de mal gusto, que se interesa más en sí mismo que en mí.
Elocuencia, s. Arte oral de persuadir a los tontos de que lo blanco es blanco. Incluye el don de hacer creer que cualquier color es blanco.
Emoción, s. Enfermedad postrante causada por el ascenso del corazón a la cabeza. A veces viene acompañada de una copiosa descarga de cloruro de sodio disuelto en agua, proveniente de los ojos.
Entusiasmo, s. Dolencia de la juventud, curable con pequeñas dosis de arrepentimiento y aplicaciones externas de experiencia.
Epitafio, s. Inscripción que, en una tumba, demuestra que las virtudes adquiridas por la muerte tienen un efecto retroactivo.
Ermitaño, s. Persona cuyos vicios y locuras no se ejercen en sociedad.
F
Fidelidad, s. Virtud que caracteriza a los que están por ser traicionados.
G
Gato, s. Autómata blando e indestructible que nos da la naturaleza para que lo pateemos cuando las cosas andan mal en el círculo doméstico.
H
Hipócrita, s. El que profesando virtudes que no respeta se asegura la ventaja de parecer lo que desprecia.
Historia, s. Relato casi siempre falso de hechos casi siempre nimios producidos por gobernantes casi siempre pillos o por militares casi siempre necios.
I
Ignorante, s. Persona desprovista de ciertos conocimientos que usted posee, y sabedora de otras cosas que usted ignora.
Impunidad, s. Riqueza.
Infiel, adj. y s. Dícese, en New York, del que no cree en la religión cristiana; en Constantinopla, del que cree. Especie de pillo que no reverencia adecuadamente ni mantiene a teólogos, eclesiásticos, papas, pastores, canónigos, monjes, mollahs, vudús, hierofantes, prelados, obíes, abates, monjas, misioneros, exhortadores, diáconos, frailes, hadjis, altos sacerdotes, muecines, brahamanes, hechiceros, confesores, eminencias, presbíteros, primados, prebendarios, peregrinos, profetas, imanes, beneficiarios, clérigos, vicarios, arzobispos, obispos, priores, predicadores, padres, abadesas, calógeros, monjes mendicantes, curas, patriarcas, bonzos, santones, canonesas, residenciarios, diocesanos, diáconos, subdiáconos, diáconos rurales, abdalas, vendedores de hechizos, archidiáconos, jerarcas, beneficiarios, capitularios, sheiks, talapoins, postulantes, escribas, gurús, chantres, bedeles, fakires, sacristanes, reverendos, revivalistas, cenobitas, capellanes, mudjoes, lectores, novicios, vicarios, pastores, rabís, ulemas, lamas, derviches, rectores, cardenales, prioresas, sufragantes, acólitos, párrocos, sulíes, muftis y pumpums.
Inmoral, adj. Impráctico. Todo lo que resulta poco práctico para los hombres, llega a ser considerado perverso e inmoral. Si las nociones humanas del bien y del mal tuvieran otra base que la utilidad; si se originaran, o pudieran originarse, de otro modo; si las acciones tuvieran en sí mismas un carácter moral independiente de sus consecuencias; entonces toda la filosofía sería una mentira, y la razón una enfermedad de la mente.
J
Justicia, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios personales.
K
Korán, s. Libro que los mahometanos, neciamente, creen escrito por inspiración divina, pero que los cristianos consideran una perversa impostura, contraria a las Sagradas Escrituras.
L
Loco, adj. Dícese de quien está afectado de un alto nivel de independencia intelectual; del que no se conforma a las normas de pensamiento, lenguaje y acción que los conformantes han establecido observándose a sí mismos; del que no está de acuerdo con la mayoría; en suma, de todo lo que es inusitado.
Locura, s. Ese "don y divina facultad" cuya energía creadora y ordenadora inspira el espíritu del hombre, guía sus actos y adorna su vida
Lógica, s. Arte de pensar y razonar en estricta concordancia con los límites e incapacidades de la incomprensión humana.
M
Malechor, s. El principal factor en el progreso de la raza humana.
Mendigo, s. El que ha confiado en la ayuda de los amigos.
Mente, s. Misteriosa forma de la materia segregada por el cerebro. Su principal actividad parece consistir en el esfuerzo por determinar su propia naturaleza, tentativa que parece fútil, puesto que la mente, para conocerse, no dispone de otra cosa que sí misma.
Mojigata, s. Celestina que se oculta a espaldas de su conducta.
O
Odio
, s. Sentimiento cuya intensidad es proporcional a la superioridad que lo provoca.
Optimismo, s. Doctrina o creencia de que todo es hermoso, inclusive lo que es feo; todo es bueno, especialmente lo malo; y todo está bien dentro de lo que está mal. Es sostenida con la mayor tenacidad por los más acostumbrados a una suerte adversa. La forma más aceptable de exponerla es con una mueca que simula una sonrisa. Siendo una fe ciega, no percibe la luz de la refutación. Enfermedad intelectual, no cede a ningún tratamiento, salvo la muerte. Es hereditaria, pero afortunadamente no es contagiosa.